En vivo Vallejo vs Millonarios.

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lunes, 11 de septiembre de 2006

BARRIO FINO (Cuento)

BARRIO FINO (Cuento)



Con mucho cariño para el
Pequeño joaquin


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Cinco jóvenes que tenían ese deseo de ser cantantes como sus ídolos de música, que se dedicaban a ese ritmo tan movido y tan callejero que les hacia sentir en su mundo, pero que en la sociedad actual, aquella música era muy mal vista y criticada, pues decían que esa música no enseñaba nada bueno para los jóvenes, pero estos chicos no le daban importancia a los comentarios de los demás, a ellos solos les encanta ese ritmo tan pegajoso que hacía bailar hasta al cojo del barrio.
Cuando los chicos del barrio Fino escuchaban su disco de Daddy Yankee, todo el barrio por general gritaban desde su balcón – oye muchacho de miércoles, apaga tu porquería -, pero ellos en lugar de hacer caso a su vecino, le daban la contra subiendo al máximo el volumen y llegaban a unos momentos en que los vecinos en su mayoría mayores de edad, tocaban la puerta y le gritaban de todo a Micky, quien era el que ponía la música del momento, pero que no era aceptado por sus vecinos, pues ellos tenían hijas y nietos que eran bien educados y que esa música era muy mal vista e escuchada por la sociedad. Algo así como la discriminación a un genero de música.

Los cinco jóvenes se llamaban, Eduardo, Sebastian, Estefano, José y Micky, que era el(Micky), que le encantaba escuchar la música reggetonera del momento, él no se perdía ni una canción que se halla puesto de moda en la discoteca, él mas bien que era el chico VIP de la discoteca del Cono Norte de nombre, Kapital, pues Micky vivía a solo veinte cuadras de dicha discoteca, ya que tenía su jato por ahí nomás.
Micky a veces se daba sus escapaditas por las noches, saltando por el muro de su casa y sin que se enteren su viejos salía para encontrarse con Eduardo, Sebastian, Estefano y José que los esperaban para tomar el punto G de Maracuya – es un vodka de precio barato, y cuando llegaba él , que queria que le dijeran el cangri, pero que casi nadie le decía cangri, sino mas bien, Micky, llegaba y se tomaban el punto G que estaba en su punto, porque heladito era recontra delicioso, y quien nunca se había tomado ese vodka, creo que nadie decía José que siempre era el mas florero del grupo, pues el y Micky a veces se daban unas trancazas despues de estar en la discoteka, y había ocasiones en que alguna chica se le pegaba a Micky y claro siempre terminaba la noche en casa de un amigo que se prestaba para dicha pendejada.
Pero no todo era perdición en el caso de nuestro amigo, él pues en las mañanas se levantaba temprano para irse a trabajar, y él no era de esos muchachos que siendo tan jóvenes espera la mantensión de su madre, él por el contrario iba en la mañana a vender periódicos en la calle, ofreciendo las ultimas noticias a los taxistas y gente que iba en su coche por la Av. Universitaria y con el dinero que iba a juntar de su trabajo, iba en un tiempo no muy lejano costear su preparación para la Universidad, pues el no quería quedarse en la nada en este mundo, Micky quería ser uno de los jóvenes que sale adelante a pesar de que sus Padres siempre lo hallan querido apoyar, pero él sabía muy bien que el poco dinero que ganaban sus padres era para darle de comer a sus hermanos pequeños y para el estudio de ellos.
Por eso que a veces con el estrés se escapaba de noche y se iba a la discoteca bien cambiado con una ropa, que quizás podría dejar a algunos con la idea de que el no es el Micky que vende periódico en la Av. Universitaria. Pero lo curioso era que Micky nunca se le había visto con una enamorada, quizás por que no quería que las demás de sus fans se pongan celosas o porque el era un hombre que podía estar con cualquier nena, pero que una sola no podria ser la firme. Bueno a decir verdad el era un tipo muy simpático y siempre era piropeado por las nenas que se le cruzaba en el camino. Desde las mas ricas, hasta la feitas que siempre andan viendo a los hombres con los cuales, sueñan con casarse.

José no tenía que trabajar, porque sus Padres tenían una empresa de ropa que tenia su clientela y casi nunca le hacía falta el dinero. José a veces le robaba plata de su madre sin que ella se diera cuenta del asalto de su hijo, y con ese dinero llamaba a Micky que vivía a dos cuadras de su casa y quedaban en la noche para tomarse un punto G en la esquina del parque.
A Micky lo conoció jugando pelota una vez en que estaba él sentado a ver si lo llamaban a algun equipo del barrio para pelotear, pero justo Micky había ido con unos amigos de la zona a jugar, pero el defensa de su equipo no llegaba, al parecer por que se metió una tranca anoche ó porque su flaca le saco la vuelta, la cosa era que no se podía jugar sin el defensa, entonces Micky miraba a quien pasarle la voz, pero estaban los de siempre, los pendejitos de otro barrio, con el que él no se llevaba bien y fue de esa manera que vio a José sentado y le pasó la voz.
- ¿Ohe quieres jugar?.
- A mí – dijo José en un tono de sorpresa.
- No, al vecino – le respondió en un tono de cacha – a ti pues, dime en que puesto juegas.
- Yo juego de defensa.
- Ya, pero tendras una china para que pongas para la apuesta.
- No, estoy en nada.
- Pucha como hacemos – Micky en esos momentos empezaba a ver a su alrededor, a ver quien de sus patas le podia poner a José que estaba sentado mirando a ver quien se compadece.
- Ya pues, yo te la pongo, pero si ganamos esa apuesta queda para nosotros – dijo un gordito llamado Cristobal, que era pata de Micky, porque siempre se encontraban para jugar.
- Claro, no hay problema.
- Bueno entonces tu vas como defensa conmigo abajo.

Desde ese momento los dos se volvieron inseparables amigos, a pesar de que recién lo conocía, además también de que José era un chico que tenia dinero, y Micky a eso no le importaba, pues para un amigo es el mejor ser de la tierra con el cual uno podía compartir sus grandes aventuras, aunque debería ser al revés ¿no?, por que el rico es a veces el que no se puede meter con un pobre por el solo hecho de ser pobre, pero esta historia era distinta. Los dos sabían jugar su pelota, los dos siempre se lucían con el balón y Micky hasta se animaba a solo tocar con él. Hasta que termino el partido y por supuesto ellos ganaron por tres a cero contra el equipo del pesado Manuel, que era de otro barrio, pero que le decían pesado por ser jodido al momento de jugar Futbol, pues siempre se metia feo en el campo, pero eso no era nada malo para los dos crack del futbol. Esa noche el equipo empezó a refrescar la garganta con una gaseosa de dos litros, Kola Real, ahí todo el equipo empezaba a rajar de los otros jugadores, comentaban que uno era chueco, al otro le sobraba la nariz, el otro era cachudo, y cosas por el estilo, y José a veces comentaba que el conocia a un grupo de chicas que eran pendejitas, o sea que les gustaba la “vaina” y la mayoria de sus patas de Micky querian conocerlas, pues ellos estaban recontras aguantados, pues ni un hembra les paraba bola, pero José le dijo que quizás un día no muy lejano les podría presentar a esa hembras que se le quedaban en la mente de los patas de Micky.

Micky y José hablaban de futbol, los dos eran hinchas de la “U”, así que la amistad era crema en esos momentos, Micky le contaba que el sabía como iba la “U” en la tabla, pero José le decía que él tambien, porque en su casa tenía internet y de ahí veía las mejores imágenes de los partidos que jugaba la “U” con los diferentes equipos, o sea los dos tenían un tema especial, y era que les encantaba el juego de su equipo cremolada.

Una noche los dos quedarón para ir a una fiesta en donde las chela y las mujeres no faltarían, pues José conocia a dos amigas que eran recontra jugadoras, y claro José ya era uno de sus amigos, entonces le dijo a Micky para salir en pareja. Micky que en esos momentos no andaba con una flaca firme, aceptó, siempre y cuando no lleguen a extremos de perderse en el tono; José le dijo que el lugar era muy bueno y tranquilo, ya que en ese Barrio sus amigas eran recontra conocidas.

Las chicas, Viviana y Angelita, eran aun dos adolescentes que les encantaba la fiestas de noche, claro no hay fiestas de día, pero me refiero a las de noche, a esas que comienzan a las once y doce de la noche, ellas eran jugadoras, pero no así nomas podías conseguir algo con ellas – le decía José a Micky, que en esos momentos escuchaba atento y tomaba de paso su gaseosa, por lo general Kola Real – solo un pata como yo te puegde hacer el bajo con Viviana, pues ella es la mas rica de ese barrunto, y nadie así nomás se la puede tirar.
- Pero que tiene de bueno esa Viviana – quizo saber Micky.
- Ella, tiene una buena delantera – dijo José.
- Yo también conozco amigas muy pechugonas, pero no creo que sea necesario ir hasta halla.
- Vamos, pe brother – decía José que quería ir como sea a ese tono – hazme la taba pues.
- Y que tanto interés hay, porque te acompañe.
- Es que me voy a volver a ver con Angelita.
- A, ya entiendo, o sea tu con Angelita y yo con Viviana.
- Vaya, al fin manyaste esta nota.
- Bueno, mira los servicios no se dan así nomas.
- Ya dime cual es tu tarifa.
- Facil, pon el trago y todo es trato cerrado.
- Okey, lo voy hacer, pero conste que eso es todo.
Y así los dos seguian conversando de lo chevere que sería ese tono,















Eduardo, Sebastian y Estefano, eran primos de familia, así que los tres siempre andaban de un lado para otro, siempre a veces jugando pelota en la calle, otras veces paraban fastidiando a las nenas, que pasaban por la calle, con esas faldas hasta arriba, e incluso algunas veces se les podía ver el alma, pero de esos tres chicos, solo uno era el mas recorrido o como diria Micky, el que tiene calle, pues él era el que sabía mas o menos como era la cuestión en el mundo nocturno.

Uno de esos días Sebastian, el que sabía algo de música, salio con sus primos, Estefano y Eduardo, a la lleca, mas claro a la avenida Abancay, a comprar discos de Daddy Yankee, Don Omar u otros cantantes más, pero no les fue muy bien que digamos en ese paseo que tuvierón por el centro de Lima.

Eran más o menos las ocho de la mañana y Sebastian había hecho el encargo que su mama le había encargado el día anterior, y al cumplir con dicho trabajo, su mama, una señora muy buena que comprendía a su hijo, en todo lo que se refería a la enseñanza de la vida, le dio de propina a Sebastian, Veinte soles, para que se compre lo que él quisiese, pues su madre en esos momentos estaba muy contenta al saber que su esposo iba ser ascendido de puesto en su trabajo y de que su hijo hacía las labores de su casa, como limpiar su cuarto y tender la cama. Sebastian ni bien apenas recibió su propina, fue al teléfono y diciéndole a su madre que haría una llamada a sus amigos, para que le lo acompañen al centro de Lima. Su madre por su parte le dio permiso a que usara el fono, pues no era nada de malo llamar a sus amigos temprano, aunque eran las ocho de la mañana del sábado, casi a esa hora todos los dormilones paran de media noche. Pero no iba a llamar exactamente a sus amigos de colegio, sino mas bien llamaría a sus queridisimos primos.
- ¡Aló!- dijo una voz muy dulce.
- ¡Aló!, ¿Tía? – Pregunto Sebastian.
- Si soy yo - respondió la señora.
- Tía, buenos días, soy yo Sebastian, quería saber si Luchito ya esta despierto.
- Hola sobrino, ¿Cómo estas?.
- Bien tía y tú ¿Cómo estas?.
- Yo bien Sebastian – respondió la mama de Eduardo, que estaba al parecer muy contenta de recibir la llamada de su sobrino. – Espérame un ratito, voy a ver si Eduardo esta despierto.
La tía de Sebastian dejó el auricular y fue al segundo piso de su casa, para ver si Eduardo ya se había levantado, subió y vio el poster grandazo de la banda favorito de Eduardo en la puerta de su dormitorio, Korn, pero ella tocaba y nada de nada, hasta que se canso de tocar y empezó a gritar tantó que hasta se podía escuchar los gritos en el telefono, ya Sebastian estaba pensando que quizas fue una estupidez llamar muy temprano a su primo, pero tenía que esperar nomás.
La tía de Sebastian se cansó de llamar y empezó a abrir la puerta, cuando en eso se escucho la voz de Eduardo.
- Ya ma, ya voy.
- Carajo Eduardo hace tres minutos que te llamó y nada de ti.
- Ya escuche ma, pero porque me levantas a la ocho de la madrugada.
- Oye muchacho del demonio, tu primo esta en la linea, así que cambiate rapidito para que vayas a responder la llamada.
- ¿Es algo urgente?.
- Y yo que sé mierdita, así que apurate rapido, sino te hecho agua fria en la cara.
- Ya dile, que contesto por el anexo.
- Okey.
La señora bajó ya un poco tranquilizada por el fea esperada que su hijo le hacpia esperar. Entonces bajó, se fue a la sala y agarro el auricular y dijo:
- Aló, Albertito.
- Si tía te escucho.
- Ya se levantó esa mierdita, te lo pasó por el anexo.
- Gracias tía, te debo una.
- No hay de que, te lo paso, chao.
- Chao tía.
Entonces la tía de Sebastian le dio la pase a su hijo para que pueda charlar con su primo.
- Aló.
- Aló, Sebastian.
- Ohe Eduardo, mi vieja me acaba de dar viente lucas,
- Xuxa, que bueno.
- Ohe dime, ¿Estas ocupado?.
- No para nada.
- Que bueno, entonces, es que te llamaba para ver si podemos ir con tu hermano al centro de Lima, para comprar un par de discos.
- ¿Al centro?.
- Al centro pues, halla en ese sitio donde venden todos los discos a precio barato.
- Halla, al Hueco ¿no?.
- Ahí esta, ahí pe.
- Ya pues, entonces como hacemos, vienes a mi jato.
- Ya voy voy, pero dime, ya desayunaste e hiciste tus cosas.
- No nada todavía, creo que mejor vienes en media hora, depaso que en ese lapso desayuno y depa levanto al huevón de mi hermano que hasta ahora sigue durmiendo.
- Ya me parece perfecto, ohe entonces bajó en media hora a tu jato,
- Ok, nos vemos.
- Nos vemos.

Eduardo en esos momentos dejó el auricular del teléfono y se levantó, se puso su pantuflas del Inter de Milán y se fue al cuarto de al lado, donde su hermano menor, Estefano estaba jateando (durmiendo) de puta madre, y decía palabras durmiendo – Angela, te amo un montón, dame un beso, quiero ser tuyo nada más -, y Eduardo que no era de dejar pasar un momento, empezaba a recordar quien era Angela – me suena esa nena, creo que es de su lonza ó de su academia de Natación, hasta que recordó que esa nena, Angela, era de su salón, - Angela, quiero ser tu enamorado – la chica tenía un cuerpo de guitarra, o sea noventa, sesenta, noventa, o sea un hembrón que te dejaba con el ojo abierto cuando apenas le mirabas eso que Dios le dio a los angelitos del planeta. Entonces Eduardo chapó una almohada de esas que tienes pesó y calculo mas o menos la distancia, mismo Gound Bound - le metó un angulo de ochenta, o de sesenta grados -, estaba tan vicioso ese tiempo que todo lo veía ángulo, viento y Dual, cuando en eso todo el pesó de la almohada cayó en la mitra posterior de su hermano. ¡Carajo, quien mierda fue! – dijo aún sin levantarse Estefano; en esos momentos Eduardo se había escondido detrás de la puerta, cuando otra almohada le cayó en la mitra a Estefano, que sin levantarse por completo, cayó de la cama, pues el golpe de la almohada le había hecho perder el equilibrio y cayo de la cama al suelo, y sonó tan fuerte el piso que su madre no escucho, pero no dijo nada, para tranquilidad de Eduardo.
- ohe baboso, apurate que en media hora nos vamos al centro.
- ¿What?
- Apura mierda que en media hora nos vamos al centro.
- Estas loco.
- Ohe he dicho que en medía hora nos vamos al centro.
- No puedo, tengo una cita.
- ¿Qué?.
- Si tengo una cita, con una hembrita.
- Seguro que con la culona de Angela.
- Y tú como sabes que es con ella.
- Es que escuche cuando decías en tus sueños – Vamos angela, sigue así, no pares -.
- Estas loco.
- En serio, por eso te levante, porque sino la vieja se iba a dar cuenta de que estabas excitándote con el potito de angela.
- Puta mare, no sabía.
- Agradeceme mas bien de que te halla levantado, antes de que la vieja se de cuenta de que eres un pajero.
- Ya gracias, ohe pero en verdad no voy a poder ir al centro.
- Carajo he dicho que vamos a ir, no solo conmigo, tambien va a ir Sebastian.
- ¿Sebastian?.
- Sí, ese huevon me llamo en la denantes y me dijo para ir los tres al centro para comprar discos de Daddy Yankee.
- Hablas huevadas.
- En serio. Depaso que por ahí la vieja nos da algo de propina y compramos mas discos.
- Me parece muy bien. De paso le compro un disco de Reik a Angela, ya que si le regaló ese disco, quizás me acepte como su enamorado, uy que lindo sería estar al lado de esa mamacita, tocarles sus bellos pechereques, comermela todas las noches – pensaba Estefano, mientras que en eso Eduardo con su fuerza lo empujó a su cama.
- Apurate huevon y deja de estar fantaseando que salimos en media hora.

Eduardo que estaba pensando en como poder sacarle algún dinero a su mama, que en esos momentos estaba dejando la escoba en el armario de útiles de limpieza. Pensaba una manera o idea tal, que su madre se la pueda creer, pero no le salía la idea, mucho menos iba pensar en la ayuda de su hermano, que era un inepto para las buenas ideas – Como hago para que mi vieja me dé diez soles, le digo que es para hacer un trabajo en grupo, no, esa excusa ya esta muy usada, ya sé, mejor le digo que me voy a comprar un libro de Geometría, ahí esta esa es. – pensó y fue donde su madre que estaba regresando de la puerta de limpieza. – Ma, ya que voy al centro con Sebastian - en eso su mama lo interrumpió – Por si acaso no tengo nada de dinero – Eduardo, casi se va de cara contra el suelo – Es que ma de paso me quería comprar un libro de Geometría que el Profesor me había dicho que era muy bueno y que tenía todas las formulas del curso – Su madre por supuesto que no se lo creía, pero confiaba rotundamente en su pequeño y adorable - ¿Y cuanto cuesta ese libro? – Preguntaba la madre. – Creó que esta algo de diez soles, claro si es que sigue el precio, según como me dijo mi profe en la clase– la madre de Eduardo estaba un poco contenta, porque su pequeño consentido le estaba pidiendo dinero para algo bueno, como comprar un libro de algo que le va a servir para toda la vida. Entonces la madre muy inocente, como todas, en algunos casos especificos, fue hasta su dormitorio y desde un lugar escondido sacó diez soles y se los dio a Eduardo que estaba en la sala viendo los noticieros – parece mentira, pero era cierto, y para colmo veía a los políticos de moda – en que cada candidato daba muestra de su sonrisa, como él caso de Ollanta que era un cachaco que quería ser presidente del Perú, pero que tenía antecedentes de ser un asesino y que para colmos no tenía ni un antecedentes de ser un político que pueda mejorar la calidad de vida de los peruanos, peor se vinculaba mucho con el montesinismo de Sebastian Fujimori y Vladimiro Montesinos.
- Oye hijo, tu que haces viendo política.
- No, ma, lo que pasa es que esta de moda eso de saber quien es quien.
- Ojala hijo que no me resultes, como ese cachaco que mató a varias personas en Madre Mía (Una ciudad del Perú) y que luego de que matar, los arrojaba al río, para que no se encuentre rastro del asesinado.
- Nada que ver mama, mas bien yo estoy en contra de ese cachaco.
- Gracias a Dios hijo. Tomá, espero que sea cierto lo del libro.
- Claro pe ma, es más hoy mismo lo pienso leer y resolver todos los ejercicios que con el vengan.
- Hijo siempre confío en ti.
- Ma y yo tambien. Por si aca no tendras para los pasajes.
- ¿Los pasajes?
- Si, los, es que tambien va a ir Estefano.
- Pero si Estefano sigue durmiendo.
- No él ya se levantó, él es muy madrugador.
- Caracho chiquillo, si quieres plata trabaja, que acá nadie caga dinero.
- No te amargues pe ma.
- Toma, y es lo ultimo que te doy en este mes.
- Claro – decía Eduardo que sabía que solo faltaban dos días para el siguiente mes.
El pequeño Estefano ya estaba casi listo, digo casi porque le faltaba aún asearse la zona bucal, o sea que todavia no se había cepillado y era una costumbre de él no cepillarse cuando se levantaba. Y así con paso ligero camino hacia la sala, vio al huevon de su hermano sentado viendo la tele, luego se fue directo a la cocina y vio que su madre estaba recien preparando el desayuno. Eduardo todo vagazo estaba viendo la tele, pero nada interesante al parecer, porque él estaba de zapping y no tenía un canal de futbol bueno que lo pueda tener concentrado, así que se canso de ver la tele y se fue a la cocina a dasayunar, pues ya sentia la necesidad de tomar proteinas antes de salir a la lleca. En pleno desayuno, Eduardo miraba de reojo a Estefano que tomaba tranquilamente su leche Gloria, pero Eduardo pensaba en algo tan ingenioso, como perverso, como en meter al pequeño Estefano, en el cuento de que le faltaria para el pasaje, pero Estefano estaba tranquilo sin presagiar que su hermano mayor le iba a amenazar para que le saque dinero a su mama. Entonces con el pretexto de probar su leche se acercó Eduardo al sitio de Estefano. – Ohe, quedate quieto y escucha –le decía Eduardo a Estefano. –Mira ya falta cinco minutos para salir e irnos a la casa de Sebastian, solo te pido un favor, anda a la sala y dile a la vieja que te de para el pasaje pe, sino le digo lo que estabas diciendo en tu cuarto-. El pequeño Estefano tuvo que hacer lo que su hermano mayor le había dicho, porqué sino le caía un kechi y una confrontación con su madre, por la noches mojadas que tenía en su cuarto. Entonces el pequeño Estefano termino de tomar se vaso con leche y se fue a la sala a conversar con su madre que estaba viendo la sección de Moda del Cable.

Pasaron dos minutos y no volvia Estefano, al parecer no volvería y lo que es peor como haría para el pasaje, así que espero por varios minutos y ya eran las ocho y media y nada. Eduardo estaba ya angustiadaso por que no volvia su hermano y ni siquiera habia terminado su leche, pues la demora de su hermao lo tenía muy tenso. Hasta que por la puerta se apareció Estefano con una sonrisa muy tensa. -¿Qué pasó?, ¿Porqué te has demorado?–. -Nada hermano, la mama no me quiso dar dinero- decía Estefano que tenía un rostro muy tenso. –Pero, ¿porqué te demorabas entonces?-. –estaba pensando en el dinero, y tuve que romper mi chanchito para sacar dinero, Mira tengo dies soles, ¿Nos alcanza? -. –Perfecto, ya apurate que estamos sobre la hora.

En esos instantes Estefano de lo apurado que estaba no había limpiado los pedazos de materiales, que habían caido al suelo (me refiero a los pedacitos del chanchito). Y por ahí dejaria una señal de que estaba llevandose sus pequeños ahorros.

Estefano y Eduardo salieron apurados de la casa, sin ni siquiera despedirse de su madre, ya en el camino se encontraron con Sebastian que caminaba tranquilo y al ver a sus primos, les hacia una seña de demorones. Entonces se encontraron los primos y estuvieron conversando hasta que llegaron al paradero de buses y esperaban a que llegue el omnibus que los llevaría al Centro de Lima, pero el tiempo transcurria y nada de nada, parecía mas bien que los micros de la empresa “N”, no iban a pasar nunca, cuando en eso se aparece en lo lejano de la avenida. Era el micro que estaba esperando los tres mosqueteros, pero el micro no era nada vistoso, pues venía repleto, con el cobrador ya casi fuera de la puerta, cuando una mano timidamente se levantó, y era la de Eduardo que hacía la señal para parar el omnibus, cuando en eso paró el micro y el cobrador bravo comenzaba a llamar a la gente:
- Todo universitaria, panamericana, zarumilla, Acho, Abancay.
- Brother esta lleno- dijo Eduardo que esperaba a que el cobrador dejase bajar a los pasajeros.
- Chino no te preocupes que ya bajan unos cuantos.
- Señor, un momentito que estoy bajando – decía la voz de una ansiana de sesenta mil años (o sea sesenta añitos).
- Aguanta, que baja un fosil – decía el cobrador al fercho del omnibus.
- Pasu mare hasta que baje la abuela, creo que mejor me voy a revisar mi correo – decía Estefano que estaba traumatizado con la cantidad de pasajeros que habían en el omnibus.
- Baja, Bajan –decía el Cobrador que ya veía un poco de espacio para que entren los chicos en el micro o omnibus – Causita china hasta la panamericana – llamaba el cobrador a los transeuntes que estaban en el paradero, esperando su micro, pero ni la rebajada de precio del cobrador animaba subir al micro, quizás por lo repleto que estaba.
- Ohe subimos o esperamos otros –dijo Sebastian a Eduardo.
- Vamos en este nomas, por ahí que en el camino se bajan.
- Ohe vas –dijo el cobrador con un tono de asado.
- Sí.

Entonces los tres jovenes subieron y el micro estaba repleto de gente, pero algo bueno debía de haber, y en eso Estefano sapea para ver a su primo, y lo vio detrás de una flaca que estaba bien rica, o sea una mamacita con una minifalda elevada, entonces se hizo el loco, pero veía que Sebastian le trataba de hacer el habla, pero la chica no le hacía caso o quizás no se daba cuenta de que un chico que estaba a su atrás la estaba tratando de conquistar, pero bueno Sebastian al parecer no era el tipo de chico para esa flaca tan exuberante, cuando en eso el jodido del cobrador empezó a molestar –A ver pasajes, por favor paguen con sencillo-, Estefano miró a su hermano que tambien estaba detrás de una chica, pero que no le hacía el habla, sino mas bien que se proyectaba con otra cosa, cuando en eso Eduardo le hizo la señal de que el pagaba, y claro cuando no el hermano mayor quizo pagar medio pasaje por su hermano, pero el cobrador le dijo que era tres soles, y nada de dos lucas china, así que sin hacer roche nomas tuvo que pagar tres soles. El camino era largo, por lo menos una hora, pero Sebastian y Eduardo estaba contentos al tener a una flaca delante, pero lo que les empezaba a doler era los dos brazos, ya que él pasamanos estaba muy elevado y los dedos del brazo empezaban a fastidiar, en cambio el pequeño Estefano se agarraba del pasamanos de los asientos que tenía delante. Cuando en eso sube una manchita de personas y todos se empiezan a juntar como corderitos, todos reapretadazos. El pequeño Estefano sentia que alguien le estaba empujando y volteaba, pero era inutil decir algo, porque sino un tio te responde de mal manera y hasta puede meter un kechi. Ni Sebastian, ni Eduardo estaba ya contentos, pues al ser apretados, se apegaban al cuerpo de la chica que estaba adelante, y claro las chicas volteaban con una cara de miela, pensando que aquellos muchachos los hacian a propósito solo para sentir su piel, pero eso ocurre siempre en el carro, pero Sebastian bien educado le decía a la flaca que estaba a su delante que era los demas pasajeros que empujaban y ella no se comía ese cuento, ni de a vainas, pero Sebastian de paso aprovechaba la situación y podia sentir la carnecita de la chica que estaba con faldita y que por ahí una metedita de mano sería pasado despercibido, pero no lo haría con ella, pues él era muy respetuoso con las mujeres, pero la carne es débil y no creo que ningun hombre pueda obviar la hermosura que las mujeres poseen.
Con tanto movimiento en el micro, se llegaron a juntar los dos primos, pero el pequeño primo, Estefano, estaba un poco incomodo, pues el tio que estaba a su costado y que para colmo empezó a sacar su periodico “El Comercio” y como quien se habre espacio empezo a leer sus noticias, eso podria ser un poco molestoso, pero hay tios de mierda que se les ocurre hacer eso, pero nada esta mal, mas bien Sebastian y Eduardo, charlaban de las flacas que estaban delante de ellos y en son de broma Sebastian le decía a Eduardo – me late que esta flaca es una licuadora, pero mira la tuya, tiene muy bien su keke -, y Eduardo no se quedaba atrás –pero mira primo, esa nena esta con la faldita que hace alucinar una cosa de dioses, solo presiónala y veras que rico se siente -, los dos primos estaba tratando de disfrutar ese momento, pero derrepente las chicas que al parecer vivian por la zona empezaron a moverse en dirección a la puerta de salidas, pero como estaba repleta las cosas no les hirian bien, pues habian muchos viejos mañucos que aprovechaban el momento para mandarles algunos piropos, pero esos piropos viejos, ya pasados de moda, y las chicas bien coquetas solo atinaban a sonrier, pues no era nada malo recibir la alabanza de los vejestorio.
Cuando las chicas bajaban, los dos primos mayores de Estefano, se pararon lo mas cerca de a la ventana para mandar una silbada a las nenas de la av. universitaria que en realidad merecian una cita con Eduardo o Sebastian, los man del micro que no dejaban pasar así nomas a una chica con bueno atributos.

La llegada al centro de lima les costo mucho a los chicos, pues en plena avenida zarumilla un tombo paro el micro, y de arranque le pidió la licencia de conducir y los documentos del micro al fercho de la movilidad. La gente estaba un poco molesta, pues algunos estaban con la hora. Entonces los chismosos de Eduardo y Sebastian fueron casi hasta el asiento para zapear lo que pasaba y escuchaban clarito cuando un jefe de guardia le pedia una propina al chofer que trataba de no pagar, pero le resultaria peor si no daba veinte soles, pues la papeleta por una infracción no bajaba los cincuenta soles peruanos. Y fue así que el chofer saco de su bolsillo veinte soles y se lo dio así solapadamente al jefe de transito. Luego de un rato el guardia le devolvio los documentos del carro y su licencia de conducir y dejo que el carro sigue con su ruta.

Aunque faltaba mucho, los chicos al menos se distraían viendo los lugares más lindos y pasados de la lima colonial, un ejemplo era el puente Trujillo, que tenía nada menos que al río Rimac en su falda, y por un lado estaba el parque Chabuca Granda, la espalda del Palacio de Gobierno, y los infaltables ambulantes de la calle, que cada vez mas llenaban la ciudad con su variedad de productos en el pecho ó en la manos, pues los ambulantes se la ingeniaba para todo, desde vender lapiceros en un maletin hasta cargar por los menos veinte variedades de golosinas, como galletas, dulces, gaseosas, mejor dicho de todo, pero si eran vistos por los guardias de seguridad de lima, ahí si que la cosa se ponía un poco bravo, pues los comerciantes ambulantes salian disparados hacía donde sea, con tal de no ser atrapados por los guardias, que en cierta parte hacen su trabajo, pero lo que a veces revienta los huevos, es que ellos al detener una carreta o un puesto ambulatorio, al momento de la captura ellos se reparten lo obtenido como si fuese cualquier cosa, sin ni siquiera dejar algo a los pobres vendedores, que hacen todo lo mejor de sí, para salir adelante en este país que poco a poco se va hundiendo en la miseria y el hambre de los mas pobres, pues según el presidente Toledo, todo el país esta en buena condición, cuando en realidad lo mas pequeños son lo que sienten el hambre y la miseria que ha veces pasan sus padres.

Ya estaban por Acho y podían ver el Cerro San Cristobal que cada ves más relucía su enorme Cruz, que cada Semana Santa era visitado por lo fieles de la religión Catolica, entonces podian ver tambien la Galería Amazonas, ahí mas o menos uno podía entrar y comprar los libros más baratos del mercado, desde el más antiguo hasta el mas moderno como “Barrio Ficho”, bueno allí los libros por supuesto de segunda mano o también pirateado, bambeados en léxico callejero. Ya estaba frente al Congreso de Lima, ahí era el lugar donde los congresistas se llevaban todo el dinero de la ciudadanía, pues supuestamente ellos, era los padres de la patria, los que serian nuestra voz en el parlamento, pero a la hora de la verdad solo son oidos sordos, y hasta se olvidan de aquellos que votaron por ellos, para que lleguen al sillon privilegiado del Congreso.

- Choche bajan - dijo la voz suave de Sebastian.
- Ohe tas seguro que aca es –decía Eduardo un poco confundido.
- Claro pe – respondia Sebastian.
- Bueno si así lo dices tú – decía Eduardo – Choche bajan.
- Aguanta causita que el tombo no me deja parar – decía el cobrador que buscaba el espacio para que el micro pueda entrar al lado derecho para que luego puedan bajar los pasajeros – dale, dale, entra, suave chino – decía el cobrador que buscaba el espacio para entrar, pero a veces los de otros micros no dejaban entrar y uno a veces tenia que esperar hasta que le den espacio para entrar.
- Pucha madre, así creo que no van a dejar por Grau – decía Sebastian un poco asado.
- Hermano por que no nos dejan bajar – dijo la voz dulce de Estefano.
- Tranquilo nomás. Ya vamos a bajar – lo calmaba Eduardo a su hermano para que no se desespere.
- Entra, entra – gritaba el cobrador para que el chofer del micro lo pueda escuchar, pues el ruido de los demas micros, a veces dificultaba el sonido que uno producia – ya bajan tres, bajan tres.
- Ohe Causa de regreso, ¿Por donde se toma? – Preguntaba Sebastian al cobrador.
- AL frente cuñao. Al frente. Dale.

Los jovenes bajaron justo en un esquina ya dando para el parque Universitario. Los tres sabian mas o menos por donde ir, pero tener mucho cuidado y estar atentos al robo, era lo primordial, pues en las calles de la ciudad, por mas tranquilo que pareciera, siempre por ley había un choro mirando a la gente para luego robarle. Es por eso que los tres jovenes miraban para ambos lado de la calle, mientras esperaban a que uno de los colores del semaforo prendiera en la luz verde, que es señal de que uno puede avanzar o caminar por la lista, pero era muy raro encontrar la pista del peaton vacío, porque los micros y Custer, se quedaban atracados hasta que el omnibus de adelante avance, y claro los cobradores no pierden su tiempos, pues ellos mas bien llaman a las personas que se encuentran esperando el micro que les lleve a su destino.

Al pasar al frente de la calle, caminaban un poco con dificultad pues había siempre una gran cantidad de personas que venía e iban a diferentes lugares, era pues algo como el mercado en donde las personas andan de aquí para halla, sin un rumbo fijo, entonces los jovenes veían que en la fachadas de la vereda, puestos de Sellos, Retatros den Vidrio, Enmincados, Insignias, Llaveros, o sea de todo para todos, y cuando no, los infaltables vendedores Ambulantes que siempre ponían su puesto al paso, justo al tramo de la vereda, donde por casualidad uno podría sufrir un accidente con algún ómnibus. Pero, que se podía hacer en un país donde a veces las leyes están por las puras.

Hasta que al fin llegaron al lugar mas conocido por todos lo limeños, nada menos que el Centro Comerical “El Hueco”, que es el lugar en donde se sacaba la mayoría de materiales pirata, ese era el lugar en donde todos se burlaban de las leyes, eran en realidad todos unos descarados, que no tenía ni la mas sensibilidad a su país, pues en ese sitio reproducían Cd´s, Dvd´s, Vcd´s., etc. De los artistas Nacionales e internacionales, es por eso que a veces los cantantes y autores nuestros dejan de hacer arte, por la simple razón de que la pirateria mata todo aquello que uno consigue con esfuerzo y amor. Pero como siempre nuestro estado nunca hace nada para conbatirlo.

- Ohe, mira el X-Men 3- decía Sebastian que se asombraba por las peliculas que aún no se habian estrenado en America Latina, mucho menos en el Perú.
- Se ve bueno este lugar, parece que aca podemos conseguir de todo –anunciaba Eduardo que cada vez tenia más opciones de comprar cualquier cosa que se le venga en gana.- Ohe mira halla esta el último Cd. De Daddy Yankee.
- Oh, verdad, vamos a pregutarle al tio a cuanto lo vende.
- Ya pe vamos.
- Hermano esto no es malo.
- Calla la boca y siguenos nomas.
- ¿Tio a cuanto esta el cd.? – pregunto Sebastian
- esta dos lucas.
- ¡Dos Lucas!- dijeron a la misma vez los dos primos.
- Si dos lucas – respondio un tio que tenia cara de pendejo – si no va a comprar se pueden ir retirando.
- Claro pe maestro, tiene cambio de Veinte.
- Haber dejame ver el cheque.
- Ta bien tio.
- Si tengo cambio, no les gustaria comprar otro Cd.
- No tendra de Don Omal.
- ¿De quien?
- De Don Omar.
- Claro pe chibolo. Mira aca esta.
- Wao, ok, maestro deme este tambien.

Los jóvenes estaban tan contentos de poder conseguir los ultimos cd´s. De sus artistas favoritos, pues un Cd. En una tienda comercial, uno lo podía conseguir hasta en veinte dolores(Dólares). Todo parecía un lugar de paraíso, ahí tenían de todo, hasta las copias de tabas originales, todo era lindo y bonito, ahí no faltaba nada para vender, desde equipos de sonido, televisores, Dvds, Radios pequeñas con MP3, era espectalurar para los pequeños encontrar de todo y lo que aún mas le llama la atención era el precio rebajadisimo, como quien diria es un ahorro que en algunas veces saca de apuros a los peruanos.
Pero no todo era bueno, pues no más a siete galerias, habían tres tipos que eran rateros, y que miraban los movimientos de los tres jovenes, que estaban concentrados viendo los CDs. De musica y tambien los ultimos videos, y para eso el tío de la tienda no se percataba de que estaban chequeando a sus clientes, porque hay señores que venden que cuidan mucho a su clientela, pues esa era la parte principal de un negocio el de complacer a sus clientes de todo. Eduardo que ya se creía el que conocia la zona, empezaba a preguntar a cualquier señor que vendía, cual era el precio de cierto producto, sin embargo no se daba cuenta de que detrás de él y sus primos habían tres desconocidos que los estaban siguiendo. Cuando en eso se le ocurre a Sebastian y a visitar otros lugares cerca que se encontraban por el “Hueco”; Eduardo y Sebastian que estaban un poco ya tranquilos, decían que ya, que no había ningun problema para salir de ese centro.
Al salir podían ver a los guardias que cuidaban la galería, al parecer la seguridad era una de las principales razones de poder comprar tranquilos en ese centro comercial. Ya afuera los jovenes podía ver cantidades de ambulantes todos ellos con la cara de sudor, algunos incluso mas vestidos, pero no porque no tengan ropa, sino mas bien por la contaminación y a veces por la falta de dinero. Pero nadie se puede quejar que esos peruanos que venden en las calles son muy inteligentes para todos, pues de lo poco que tienen salen adelante, de poco en poco, vendiendo su Pastel de Choclo, Jugo de Naranja, Huevitos de Codornis, Libros de Cultura General, etc. O sea ahí todos vendían lo mejor de sí, y bueno si alguno tenía un sencillo podía comprar cualquier cosa. Sin embargo hay ocasiones en que esos vendedores las ven negras, cuando los guardias de la Municipalidad se llevan sus productos.
Caminando tranquilos comentaban lo que veían.
- Ohe mira esa tía vende jugo de Naranja –decía Eduardo.
- Sí, se ve que esta buena – decía Sebastian en un tono pendejo.
- Yo hablo del jugo – respondia Eduardo.
- Ah xuxa, yo pensaba que me decías de la tía.
- Ohe se ve que tu sufres de TBC – le decía Eduardo en un tono distinto.
- ¿Cómo que de TBC? – preguntaba Sebastian.
- Claro pe, sufres de TBC – decía Eduardo, que a cada rato esquivaba a las personas que se le cruzaban por la vereda- es que la TBC es TúVerCULOsis.
- Aguanta que no entiendo lo que me tratas de decir.
- No importa olvidalo.
- No, yo quiero que me expliques, porque me dices que yo sufro de TBC.
- Es que a ti te gusta ver el trasero de las mujeres.
- Pero que hay de raro en eso.
- ¡Suave!- Dijo Eduardo.
- Oye chiquillo de mircoles fijate por donde caminas – le gritaba una tía a Sebastian que en esos momentos se había chocado con una señora.
- Disculpe señora, no me di cuenta –se disculpaba Sebastian.
- Para la proxima ves, mira por donde caminas chiquillo de miercoles – hablaba un poco la tía, que al parecer con el choque le hicierón caer diversas cosas que llevaba en su mano izquierda.
Menos mal que los tres primos ayudarón a que no se perdiera nada, ni muchos menos a que se le robara las cosas de la tía. Una vez recogido la pertenencia de la tía, los tres chicos siguierón caminando y viendo en que galería podían entrar a buscar mas accesorios para la colección de discos, pero ya fuera del Hueco los Cd´s, lo vendían a tres soles, otros a dos cincuenta y el que queria rematar sus cd´s a dos soles, pero no había ese chance de poder probar todos los cd´s, pues decían los comerciantes que ya estaban probados y que si había algún problema, sería cambiado al momento de la devolución. Algo extraño, pero cierto.

Ingresarón al Centro Comercial “Mesa Redonda”, ahí por el contrario al hueco no hay tiendas en donde se vende Cd´s, sino se podía encontrar diversas cosas de utilidad para el Hogar, como Frazadas, Colchas, Cubre camas y muchas cosas más para el uso de un dormitorio. Tambien habían Peliculas Hindú, en su mayoria las que protagonizadas por Shah Rukh Khan, quien era el mejor actor en las peliculas. La diversidad sin duda era muy grande, pero no era del gusto de los jovenes que ya se comenzaban a aburrir de ver tantas cosas de tías, pues más bien parecía una tienda solo para mayores de edad. Y era cierto, pues lo que compraban en dicha zona, era personas que tratan de hacer negocio adquiriendo y vendiendo en distintos lugares.

- Vamos, Sebastian, que me aburro en esta Galeria- decía Eduardo que ya se cansaba de caminar.
- Sí, tienes razón, ya vamos- le respondia Sebastian a su primo, que en esos momentos se hallaban los tres con sudor- pero vamos a chapar carro saliendo a la avenida.
- Ya, perfecto.
- Ohe, Eduardo ¿cuanto de guita te sobra?- preguntaba Sebastian.
- Dos Lucas, a las justas pa mi y mi hermano.
- Chesu madre, yo tengo una luca- comentaba Sebastian que se cagaba de hambre y se jodia por dentro al no haber comprado menos de lo previsto, para que luego se compre algun alimento para tragar.
- Muévanse muchachos que este no es lugar para estar chismoseando como viejas –les decía un guardia que los sacaba del camino, porque interrumpían el transito de las personas que ingresaban y salian del centro comercial.
- Ya, tío no se enfade.
- Apura nomás chibolo.

Los primos ya empezaban a caminar rumbo a la avenida abancay, cuando en eso vieron que un señor de aspecto raro, llevaba un perro pequeño en una bolsa, pues al parecer dicho animal iba a ser vendido; Estefano, el mas pequeño del grupo se conmovió al ver dicho animal y quiso seguir al señor para que le diga que deje libre al pobre, pero su hermano le comento que en esos casos uno no podía meterse en lios de viejas de callejon, por así decirlo.

En uno de esos momentos se acordarón del lugar donde se vendían una gran cantidad de libros, baratos casi todos, ahí se podía encontrar los pirateados y originales, pero ya usados y a un costo al alcance de la billetera.

Sé aventuraron a ir hasta halla, pero para cortar camino siguieron por una calle que no era muy transitada y en eso Sebastian sintió que alguien por detrás lo comenzaba a sujetar del cuello y de un patadon lo hizo bajar al suelo, Eduardo y Estefano fuerón amenazados por dos pandilleros que tenían un zable en la mano cada uno. Sebastian quiso poner resistencia, pero eran dos lo que lo que atacaban, y uno de esos sacó una chaveta y directamente lo amenazo de que no se pusiera malcriado, porque sino correria riesgo su vida, y fue de esa manera que le robarón su zapatilla Nike originales. Los cuatros choros salieron corriendo con la zapatilla en su poder, al instante Eduardo y Estefano sé acercaron a su primo para ayudarlo, pero al parecer en el forcegeo le habían metido duros golpes, que apenas lo habían dejado con fuerzas.

- Llama a la casa y dile a mi viejita que estoy mal- decía Sebastian que se tocaba los pies, del dolor del patadon que le habían dado.
- No te preocupes, primo- respondia Eduardo que trataba de llevarlo a la vereda, pues el atraco había sido en la pista. Algunos transeuntes miraba a los jovenes, presagiando más o menos lo que había ocurrido.
- ¡Aló!, tía- decía Estefano.
- Si, Estefano que pasa.
- Tía nos acaban de robar.
- ¡Dios mio, no puedo creerlo!,y como esta los chicos, ¿donde estan? .
- Aca en el centro de lima. Sebastian se encuentra muy mal.
- No puede ser Estefano- decía la voz de la mama de Sebastian que empezaba a llorar.
- Tía no llores, estamos bien.
- Hijo, por favor vengan en un taxi a la casa.
- Ok, tía, vamos para halla, pero pones para el taxi, porque nos encontramos misios.
- No te preocupes de eso pequeño – decía la pobre madre que se sentía mal.

Luego de un rato pararon un taxi y subieron los tres con dirección a la casa de Sebastian que se hallaba en Carabayllo.
El taxista que era un señor de unos treinta años ayudo a Sebastian a subir al móvil, para trasladarlo a él y a sus primos, al parecer le comenzaba a doler todo el cuerpo, pues a cada rato hacía gesto del dolor, los dos primos solo lo miraban y de rato en rato le preguntaban que le pasaba, ya con el chofer y por la ruta se armo la conversación y el tío les contaba que había visto muchos casos similares, pero que no era para preocuparse, pues en la ciudad hay que tener mucho cuidado, porque los ladrones abundan y uno tiene que ser muy cuidadoso.
Al llegar a la casa el taxista bajo y de arranque les pidió el costo del viaje, pero los chicos dijeron que era la mama de Sebastian quien iba a pagar.
El taxista toco la puerta y casi se cae cuando vio que la mama de Sebastian salia disparada al encuestro de su bebe que se hallaba con un moreton en el cachete zuñiga. Despúes de un rato salio la mama de Sebastian y le pago al taxista, mas una propina por haberlos trasladado hasta su casa. Pero parecia que iba a estar todos muy preocupados, pero nada de eso sucedió. Al ratito nomas se empezaba a escuchar la musica que habían comprado. Porque solamente le robaron las zapatillas mas no la compra de la colección mas valiosa de Reggaeton.


















Micky estaba muy cansado de haber chambeado mucho esa mañana y estaba muy strezado como para hacer algo mas, así que viendo que a dos cuadras de su casa había un internet, busco cuanto de dinero había en la ganancia del día. Y había exactamente doce soles. –Hum doce soles esta bien para ser un día con poca venta- lo decía Micky mentalmente. Entonces fue a la cabina, y se hallo con una chica muy linda que atendia en la cabina. Al parecer era contratada porque del barrio no era, solo conocia de vista al dueño del local, pero ahí nomas.
- Hola amiga- empezaba la conquista de Micky- ¿Cuanto esta la hora?- Pero Micky lo decía en doble sentido.
- Un sol caballero.
- ¿Caballero?, ups – se decía Micky, caray nadie en su vida lo trataba tan educadamente.- asú tan barato cobras.
- Esa es la tarifa joven.
- Bueno entonces dame una hora.
La chica era muy inocente y no se percataba del doble sentido que Micky le hacía. De arranque entro al internet y vio que no había msn. Y para no perder el momento llamo a la chica.
- Amiga, no hay msn en el escritorio.
- ¿Cómo que no caballero?
- No hay amiga, ven si gustas para que veas que no te estoy mintiendo -. La chica que estaba con su tablero trasparente y el canguro clasico a la altura de la cintura se acerco y comenzaba a tratar de buscar el msn.
- Tiene razón caballero no hay msn.
- Amiga no me digas caballero, mas bien dime Mickyon.
- ¿Mickyon?.
- Sí, Mickyon pal mundo.
- Mira Mickyon creo que mejor llamo a mi jefe para que te ponga msn.
- No mejor cambiame de maquina y derrepente te ahorras estar molestando a tu jefe.
- Buena idea Mickyon.
- La idea se me vino cuando vi tus lindos ojos.
- Gracias.
- No hay de que además creo que esta pasando algo raro en el jardín.
- En el jardín.
- Sí, porque la flores mas hermosas se estan escapando.
- Hay Mickyon es usted un joven muy romantico -. La chica se estaba poniendo como un tomate cuando escuchaba el piropo de chico.

Al ratito Micky se hallaba en otra maquina poniendo su correo y el Password y felizmente se acordaba de su Password y entro al Msn, y vio que tenía diez contactos que querian tenerlo como contacto directo, pero Micky era recontra votado para eso, así que cancelaba nomás. Porque por ahí se le metía un chimbombo y la canción. Viendo luego por un lado, tenia en su bandeja tres mensajes, al parecer de sus amigos de promoción, que seguramente era para una chupeta en la casa de alguno de ellos.
Estaba concentrado viendo un mensaje pasado cuando en eso sale la ventana de José que lo saludaba.
- Habla pelotero -.
- Hola José - saludaba de igual forma Micky - ¿Cómo estas?.
- Aca pues, recontra positivo.
- Que bueno, y dime cuando es el tono.
- Es hoy en la noche, o acaso no te acuerdas.
- Hoy en la noche, pero si me dijiste para la otra semana.
- Es pa hoy Mickyon, ya taras con la billetera cargado.
- Claro pe.

Así estuvieron conversando largo rato, pero no todo dura para siempre, y quedaron en encontrarse en la esquina, al rato la maquina en la que estaba Mickyon se apago automáticamente, es que tenía un dispositivo que apagaba el monitor al terminar el tiempo pedido, pues siempre hay chicos que se pasan del horario y bueno fuera que paguen, pero a veces se ponian malcriados y no pagaban los minutos usados.

Ya sin nada que hacer se levanto de la silla, chequeo de que no halla nadie por alrededor, para salir como los grandes. La chica le esperaba en la reja de entrada con su tablero en la mano.
- Amiga cobrate.
- Gracias.
- Amiga no se si tu y yo algún día podriamos salir a pasear.
- Hay no se joven, porque yo paro metida en mi trabajo.
- Bueno si es que te animas me avisas porque yo siempre voy a estar alquilando aca.
- Gracias por su preferencia joven.
- Nos vemos – cosa rara pero Mickyon sé despidió dándole un beso en la mejilla derecha. La chica estaba como un Tomate y por poco se desmaya del besito mas romántico que había recibido.

Eran ya cerca de las nueve de la noche y Micky estaba en su casa, esperando a que su Mama se fuera a dormir, pues su Papa llegaría mas tarde de trabajar y él (papa) casi nunca se daba cuenta si Micky estaba durmiendo en su cuarto. Al rato la mama de Micky se iba a su cuarto a descansar. Micky le decía –Descansa bien madrecita – a su mama, pero ya estaba un poco retrasado en la hora, espero a que su mama cerrara la puerta para que se escape por el jardin, se saco el saco y se lo amarro a la altura de la cintura, apago el foco del jardin y se subio por la columna, al ver que nadie pasaba por el callejón, salto y por poco cae mal, pero su gran habilidad le ayudo a que cayera como un gato, con las cuatros patas firmes.
Bien al polo, el buen jeans que se lo compro con mucho esfuerzo y las tabas que cuidaba mucho, pues unos de sus tios se los regalo cuando termino la secundaria. Salio y caminaba tranquilamente con la mirada por ambos lados, porque siempre hay que estar atentos a los robos que suelen ocurrir en la ciudad, pero veía que en la avenida había gente transitando y todo iba bien, hasta que vio a José en la esquina con un pata – al parecer estaba tambien en la lista -. Micky caminaba tranquilo, con paso firme. Hasta que llego y saludo a José, él a la vez le presentaba a un amigo de barrio que por casualidad pasaba por ese lugar. Pero su amigo no estaba para nada en la lista del tono, así que al toque nomás se despidió de él. Al rato le pidieron un par de cigarritos al chino de la esquina, para alegrar un rato al pulmon. Conversando esperarian la llamada de Viviana que iba a ir a casa de Angelita, para que su Padre le de permiso con el cuento de que la fiesta era de una amiga.
Buen rato estaban conversando y esperando – Ohe me estoy disecando, si no llaman, te juro que las dejo para otro día y nos quitamos a otro tono. – decía José un poco molesto, pues a él nadie lo iba a dejar plantado. – Tranquilo brother, ya van a llamar, es solo cuestión de minutos. Al rato se aparecio un taxi y de esa puerta salian dos nenas bien ricas, una con un jean bien sexy y la otra con una minifalda recontra subida. Los dos quedaron huevones al verlas, se olvidarón de los minutos que esperaban. De inmediato y sin esperar un segundo mas, José fue a saludar directamente a Angelita que era la chica con el jeans y luego saludo a Viviana que estaba con la minifalda de infarto, cuando en eso se escucho una voz gruesa –Señoritas son cinco soles por la carrera- era la voz del taxista que esperaba el pago por su servicio. José miraba a Micky y Micky miraba a José, hasta que José sacó cinco soles y se los dio al taxista por haberlas traído hasta su destino.
- Hola José, hace tiempo que no nos vemos – dijo bien coqueta Angelita.
- Sí, pues mi vida – decía José con un tono romántico – se te extraña mucho.
- Oye y no nos vas a presentar a tu amigo – le decía Angelita que miraba a Micky y él se hacía el tercio, pero tenia unas ganas de agarra con ella, pero por respeto al amigo no lo trataba.
- Claro, como ¿no?, Angelita y Viviana, les presento a Micky – lo dijo como si estuviesen presentando al rey de España.
- Hola Micky – dijo Angelita.
- Hola Micky – dijo Viviana.
- Hola Angelita, – un beso en el cachete – Hola Viviana – otro beso en el cachete.
Al rato José se fue a un rincon con Angelita y Micky se a cerco a viviana que se pelaba de frio, pues se había olvidado su chompita, Micky se dio cuenta del detalle y le ofrecio su casaca, ella no se nego y le agradecio por el noble gesto.
Los dos conversaban de poco a poco, ella un poco timida, pero despues de dies minutos ya se soltaba más y hablaba viente mil letras por segundo. Tanto conversaban que se podria decir que se olvidaban de ir a una disco de la zona.
Hasta que Angelita que era mas viva le hizo recordar a José que habían quedado para ir a la disco. José le dijo que eso ya estaba recontra planeado.
Así que le hizo una seña a Micky que andaba embobado por la lindas piernas se Viviana, pues ella hablaba y el solo se rompia el ojo con su lindas piernas. Al rato se juntaron los cuatros y fueron a la avenida para tomar un taxi. Pararon un taxi y el fercho les queria cobrar dies soles hasta la discoteca Honey. –Tas huaman tío, hasta halla pago cinco lucas – decía José en tono bajo, el taxista le mentaba su madre por ser tan misio y se iba en busca de otra persona que pague bien. –Maestro una carrera hasta el Honey – decía José a un taxista de edad. –Siete soles joven- José lo pensaba, el viejito no le iba a cobrar menos, hasta que se acerco Micky y le dijo que el ponia dos soles mas para que no la estén haciendo tan larga. Así que subieron al taxi y para colmo de males el anciando(chofer) era recontra fanatico de Radio Felicidad, o sea musica del recuerdo, pero los jovenes ni paraba bola a la musica de la nave. Viviana dejaba de hablar mucho y solo miraba a los ojos de Micky que le contaba un poco su triste vida. En cambio José ya no esperaba mas y ya comenzaba a agarrar con Angelita que se estaba calentando. El taxista claro no se daba cuenta de atrás pues estaba concentrado en el timon. La avenida estaba casi sin luz, pues en toda la avenida universitaria a la justas hay luz, pero claro como siempre los alcaldes que prometen hasta que cuando llegan se olvidan de todo, excepto cobrar su sueldo.
La ruta parecia larga hacia la Disco, pero no todo eran miraditas o chape como el caso de José que no esperaba mucho tiempo, fue de esa manera en que viviana le contaba que anteriormente había terminado con un chico, que al principio era tranquilo, no se juntaba con malas personas, era un tipo que era recontra zanahoria, pero ya cuando estuvo conmigo- le contaba Viviana a Micky- comenzó a cambiar de una manera abrupta, pues no era solo su actitud sino tambien su forma de querer, es que resulta que conocio a unos amigos en la calle y su forma de ser cambio radicalmente pues los amigos que tenia era pandilleros de la calle, y la influencia de ellos llego a su ex, y es así que termine con él. –Caray, Vivi, te debe haber dolido terminado de esa manera con un ser que uno quiere – le decía Micky. – Claro que me dolio mucho, sufri demasiado a mi corta edad, pero ya me he olvidado de él, aunque siempre lo veo en la discoteca con sus amigotes, y de ves en cuando quiere conversar conmigo, pero yo me niego, pues sus intenciones son de las peores. !Mira halla es la disco!. Y bajaron justo en la avenida, pero ni bien bajaron los jaladores salieron como choros, pues ofrecian entradas gratis, tragos baratos y hasta compañía, pero José con un gesto le hizo la señal de que no jodieran.
La gente estaba ya esperanda en la puerta de entrada, pues habían grupos de jovenes que esperaban a una punta para ingresar, otros eran manchitas de jovenes que esperaban seguramente a una flaca que traeria consigo mas amigas para estar todos a la par. José y Micky se hacían señas de que como harían para entrar, Micky con un gesto le decía – por mi normal, mas bien como vas a hacer tú-. Los dos por su parte con los gastos pero nada de andar muy separados.
Al entrar se toparon con un tipo recontra agarrado, parecia Hulk con su disfraz de seguridad, pero ciertamente era la seguridad que al entrar te saludaba y al rato te rebuscaba todito hasta en los gemelos, pues en la disco la seguridad era l principal para poder divertirse sin problemas, a las damas tambien tenian que pasar por un chequeo, pero el chequeo era algo sano y no tan notorio como a los jovenes, a las chicas le tocaban las partes indicadad y luego ver si en la cartera llevaban algo de peligro.
- ta que creen que todos somos choros – decía José.
- Bueno si es por la seguridad, es mejor que revisen bien – opinaba Micky - ¿Tú que opinas Vivi?.
- Sí, me parece super que revisen al ingresar, estoy de acuerdo contigo Mi – decía la dulce Viviana.
Entraron a la disco y el ambiente era super, las luces de esa disco era espectacular, como ninguna otra disco de la capital, y el sonido de los parlantes te hacia sentir de que en este mundo lo mas lindo y bello era la música. Primero lo primero – decía Micky – como hacemos para la chela, habla José a medias o cada uno se porta con su jarra. – Como gustes compadre – desafiaba José. – Ya pe, entonces, a jarra por grupo.
El ambiente era chevere la dos parejas salian a bailar a cada rato a veces se turnaban para no perder la jarra que se encontraba en la mesa, la musica era paja, la del momento y felizmente no mucho perreo, pues en esa disco estaba de moda el reggeton, pero precisamente en la disco pasaban variadas desde salsa sensual, salsa brava hasta reggeton de lo bueno. Ya con el calentamiento del cuerpo Micky se le insinuaba a Viviana y ella bien coqueta aprovecho el momento y se lo chapo en pleno baile, Micky claro esta no es tonto, tambien aprovecho la situación del chape y ya comenzaba a calentarse, ya esta a cuarenta grados, estaba mas caliente que una tetera a punto de hervir.

- Ohe, Ricky, mira a ese huevon que se agarra a Viviana – decía uno de los amigos de Ricky.
- Si ya lo estoy chequeando, dejalo que goze por el momento – lo decía con un tono de furia.
- Pero, no piensas hacer algo.
- No te desesperes, que ya lo tengo muy calculado, mas bien pregunta en el grupo si alguien tiene fierro.
- Ok, pero hazlo rapido que no me gusta esa vaina.
- Que pasa Coco, no me digas que te haz templado de mi flaca, porque si es así es mejor que te largues de mi banda.
- No, como crees, nada que ver.
- Mas te vale.
De los mas lindo que estaban bailando Micky y Viviana, se le cruzo por la espalda un tipo que tropezo con Micky, este volteo para ver quien era y quiso pedirle perdón, pero vio que era uno de esos tipos que eran malcriados que te insultan por la puras, Viviana lo reconoció y dijo –¡Ricky, no le hagas nada, por favor!, fue tarde porque ya Ricky le había metido un golpe en el pomulo izquierdo a Micky y la pelea se empezo a armar en plena discoteca, Micky estaba tirado en el piso por el golpe y la misma vez recibia golpe del pandillero que no hacía caso a las palabras que Viviana decía y gritaba. Los golpes dejaron de parar cuando José le metio un botellazo por la nuca, ahí se paralizo y Micky se levanto con el cuerpo dolido y fuaaaaa le metio un patadon al estomago de Ricky que estaba tirado, pero duro poco el contragolpe, porque los amigotes de Ricky se aparecieron y se desnivelo la balanza, ahora era diez contra dos, los dos jovenes estaban tirados recibiendo golpe por todos los dados, cuando en eso sono un balazo en plena discoteca y toda los que veían ese ridículo espectáculo salieron disparados, y los guardias de seguridad se aparecieron y comenzaron a separar a los pandilleros y comenzarón a a llevarlos a una sala donde se ponia a los pleitistas. Despues de un rato Viviana y Angelita estaba nerviosas y asustadas de lo que ocurria en esos momentos. José estaba totalmente masacrado con el cuerpo moreteado, casi con la boca rota de todo el golpe que le habían propinado los maricos de mierda(pandilleros), porque con mancha son valientes, pero solo se corren como gallinas. Así que José veía que Micky seguia tirado en el piso y por debajo de su estomago comenzo a salir sangre, lo miraba y despues de un rato lo fue a voltear y tenía un balazo a la altura del corazón y perdia mucha sangre por segundo. Los guardias que llegaban lo miraban y de inmediato empezarón a llamar a una ambulancia. Todo el local estaba ya casi vacío, no había musica y nada de trago, pues los barman estaban conmocionados con lo que estaba pasando en la pista de baile. Viviana lo miraba, con los ojos llorosos y Micky le dijo algo que nunca mas en su vida iba a olvidar – Vivi, me estoy muriendo, por favor quiero que me prometas algo – le decía Micky a Vivi, pues en esos momentos botaba sangre de la boca y le era muy dificil hablar. –no te vas a morir Micky, por favor resiste hasta que venga los paramedicos-. – No creo mi amor, no siento que pueda resistir, solo quiero pedirte que seas muy feliz en este mundo, cumple todos tus sueños y nunca le temas a nada, siempre lucha por lo que mas quieres, y vuela alto angelito, Adios... – fueron las ultimas palabras que Micky le dijo a la mujer que amo con toda su alma los pocos minutos que le quedaban de vida. Al llegar los paramédicos ya era demasiado tarde para poder salvar la vida de un joven que Eduardo contra todo en esta vida.

Era un orgullo para su madre, pero lastimosamente en esta sociedad nadie puede estar libre de esos delincuentes jovenes, que solo hacen daño a los inocentes.

Despues de dos dias de velarlo en su humilde casa lo enterraron en un cementerio por el Callao. Todos los del barrio le dieron el ultimo adiós y en homenaje hicierón un grafiti en una de las paredes de la avenida con la frase de “El que lucha por salir adelante, nunca muere”. A Ricky lo mandaron preso a Lurigancho, por ser el que había disparado a Micky. Viviana se caso con un tipo que encontro en una reunión de la universidad y vivio feliz como le había prometido al chico que la quiso en pocos minutos. Su amigo José se casó con Angelita y tubo con ella dos hijos lindos y preciosos; a uno de sus hijos le puso Micky, como el gran amigo que conocio en un campo de futbol.

Por eso a toda esa juventud que me pueda leer, les quiero decir que toda diversión conlleva a una gran responsabilidad, por eso cuando se quieran divertir, háganlo con mucho cuidado.

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