Estaba de lo más feliz por el centro de Lima, cuando de pronto me acerqué a una de las tiendas muy iluminadas, que decia “Pizza más gaseosa” a dos soles cincuenta, al ver el precio me quede sorprendido, y bueno en probar se encuentra el gusto de las cosas, es por ello que con mi gordita entramos y en ese momento se me acerco una señorita muy linda:
- ¡Buenas noches!, en que le podemos atender – su voz era muy suave y tenia una mirada encantadora.
- Buenas, me das por favor un combo, esa la de la pizza de dos cincuenta – le dije muy entusiasmado, pensando lo mejor.
Al momento me puse a conversar con mi gordita que estaba con una sed de arabe, queria ya la gaseosa, cuando de pronto toda la alegria y felicidad se me vino abajo, la “pizza” que me habian traido era un piedra en pesima condiciones, la verdad que me dio ganas de decirle, ¿Qué es esto?, pero me contuve y le hable a mi gordito de la cosa que nos habian traido, ella muy tranquila me dijo que lo arreglaba y se fue directo al mostrador donde mostraban una pizza que era realmente llamativa, bien doradita, es mas le habían puesto una pancarta echa en photoshop cs2, es decir una publicidad extraordinaria casi comercial, estaba esperando a que regresara mi gordita, en eso me gane el pase del servicio, a una pareja que de igual manera habian solicitados dos combos, le habian dado la misma pizza, la enamorada de ese pata, ni bien vio la pizza, le dijo que: ¿Qué es esto?
Al regresar, mi gordita me dijo que ya habian conversado y que era un equivocación, a los dos minutos me trajerón un pizza más o menos presentable, pero no de la mejor calidad.
Escribo esto para ver si las autoridades del municipio limeño investiguen y controlen la calidad de servicio y de los productos que oferten, para claro conservar la visita de los turista del exterior y del interior del país, ya que a solo veinte metros de Chabuca Granda se vea esa clase de servicio.
Lima, 11 de Agosto del 2008
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